No voy al cine porque vale 5,00€++ una entrada en una sesión normal, fuera de horarios zombies (”golfo” suena mejor, pero es lo mismo...), y eso son casi mil pelas de las antes. Ahora con la ley no escrita de 100 pesetas = 100 céntimos, lo que costaba 550 pesetas, 3 euros y pico, ahora son 550 céntimos, novecientas pesetas. Por esa regla de tres, cuando la gente cobraba 100.000 pesetas de sueldo, ahora deberían cobrar 1.000 euros, pero siguen cobrando 600.
Tampoco voy al cine porque me machacan con más de veinte minutos de publicidad… a la hora de la película. Es decir, me citan a las 21,30 porque a esa hora empieza la película, pero no, lo que empiezan son los anuncios de Vodafone, Urende, sala de fiestas pepito, Vodafone otra vez.. Telefonica ( y a todo esto la publicidad subliminal que le meten a TODAS las peliculas claro esta).
Con lo que la película empieza a las diez menos diez… como pronto. Antes te ponían los trailers de los próximos estrenos los diez o quince minutos antes de la hora, para que el que llegase pronto, se entretuviera con ello. Ahora no.
Y no voy al cine porque la gente no tiene respeto ni educación por los demás. Es complicado hoy día ir a cualquier sesión y no encontrarte con el típico grupo de gilipollas con las risitas y expertos críticos de cine que comentan, por supuesto en voz alta, cualquier secuencia o frase con algún comentario “ingenioso”. Por no hablar de los cerdos que comentaba antes, que se creen que están en su puñetera casa y se descalzan tranquilamente mientras engullen todo tipo de mierdas tipo palomitas, gominolas, patatas fritas, chocolatinas y similares. Yo pienso que, como mucho, una bebida o un caramelo para que no se te seque la garganta… y a comer a tu puta casa o al bar. Al cine se viene a ver la película.